Las Mañas de Micaela


Por: Francisco Matos Mancebo
“Qué nabos, qué col, qué azúcar y qué canela, yo quiero saber los males de Micaela”. Así reza el coro de la canción “Los males de Micaela”, tema musical puesto en plataforma auditiva en 1996 por el grupo Alacranes Musical, agrupación de música regional mexicana, especializada en el estilo duranquense. En el ámbito caribeño el referido tema fue popularizado a ritmo de merengue por el emblemático conjunto Quisqueya.
Existen varias versiones de esta canción, pero en esta ocasión sólo socializaremos la versión ajustada del conjunto Quisqueya y la compararemos con la versión original del grupo Alacranes Musical, las cuales nos ayudarán a perfectamente interpretar esta parodia.
La versión del Conjunto Quisqueya dice: “Una vez Micaela fue al Doctor, sentía molestias, sentía dolor; y en seguida el Doctor le preguntó: ¿en dónde te duele? y ella contesto”: “Me duele aquí, me duele acá, mirá Doctor ¿qué pasará”?
El doctor viendo que a Micaela le duele todo, empieza a atentar órgano por órgano, sin un orden específico. El Doctor le puso la mano en la rodilla y ella contesto: ¡ahí no, que me hace cosquilla!
Así fue el Doctor sucesivamente poniendo mano: En la pestaña, ¡ahí no, que me convierto en una araña!; La mano en el cabello, ¡pero qué muñeco más bello! La mano en la costilla, dame el número de la tablilla. La mano en los ojos, te complazco los antojos. La mano en los hombros, ¡ay Jesús que yo me asombro! La mano en el tobillo… ¡ay, pero me maravillo! La mano en la boca, ¡ay Jesús, me vuelvo loca! La mano en la nariz, ella contestó: ahí, ahí, ahí….
En esta versión de “Los Males de Micaela” el conjunto Quisqueya hizo notar a una Micaela chivirica y risueña. O sea que, Micaela más que disponerse a decirle al doctor lo que sentía en cada contacto dactilar, la respuesta era provocativa hacia el experto en medicina.
La versión de Los Alacranes Musicales es un tanto más ligera y menos provocativa; pero igual, Micaela desvía la atención del doctor a lo erótico: “El doctor le puso la mano en la frente y ella contestó esa mano está caliente. El doctor le puso la mano en la nariz ella contestó esa mano no va ahí. Le puso el doctor la mano en la boca y ella le contestó esa mano me provoca. Le puso el doctor la mano en el pecho, ella contestó por ahí se va derecho. Le puso el doctor la mano en la cintura, ella contestó ¡ay doctor qué sabrosura! Le puso el doctor la mano en la rodilla, ella contestó de reversa y para arriba”.
La sociedad dominicana en toda su historia desde su fundación en 1844, ha adoptado la maña de no cumplir ni hacer cumplir los preceptos, normas o leyes que emanan del Congreso Nacional e incluso, la Carta Magna. Y peor aún, ha hecho del tráfico de influencia político, social y económico su modus vivendi.
El Gobierno 2020-2024 no será la excepción. De acuerdo a los sucesos acaecidos en los 139 días de gobierno abinaderista, en medio de una pandemia que a esta generación nos resulta muy extraña, se está aplicando una vez más en el País a todas luces un gobierno populista, pero que aparenta que está haciendo un esfuerzo por corregir males culturales que, más que vicios sociales ya alcanzan el rango de mañas. Pero todos sabemos que el populismo es contrario totalmente a todo tipo de orden social.
Frente a todo esfuerzo de las autoridades gubernamentales de querer curar los males que aquejan a la Republica, como es cumplir y hacer cumplir las leyes que como sociedad nos hemos dado, nuestra sociedad siempre actúa como Micaela. Esta es la razón que he querido cambiar el nombre de “Los Males de Micaela” por “Las Mañas de Micaela”.
El tráfico de influencia en este País ya no es tan solo un mal, sino, una maña. Un ejemplo de ello es la violación infraganti de las leyes de tránsito (por muchos años somos el País que registra más muertos por accidentes por cada cien mil habitantes por año), nadie dice nada sino, cuando ocurre algún accidente aparatoso en alguna de nuestras carreteras. Recordemos el 2013, Republica Dominicana ganaría el Clásico Mundial de Béisbol invicto y esa noche no hubo un solo policía de AMET, hoy DIGESETT, en las calles de la Capital y en vez de disfrutar tan grandioso triunfo, hubimos de llorar tristemente la muerte de tres hermanos que fueron arrollados por una yipeta en plena Avenida Winston Churchill fruto de la “celebración” de un jovencito casi menor de edad.
Varios son los ejemplos que hemos percibido últimamente en distintos estratos de la Sociedad:
– Rasos y oficiales militares enfrentados a legisladores, a funcionarios públicos y municipales.
– Ciudadanos en desobediencia infraganti, amenazando a priori a oficiales con quienes ni siquiera han entablado un diálogo.
– El incumplimiento a todos los niveles del toque de queda desde marzo 2020 hasta estos primeros días de enero 2021, expresado en la cantidad de episodios que poseen las redes sociales que dan cuenta de la poca vocación de nuestro pueblo para cumplir las normas y los enfrentamientos de ciudadanos con la policia en avenidas, barrios, carreteras, playas, ríos, fincas, bodas, etc.
– Acusación por parte de una joven mujer policía que enfrentó a un diputado, donde aquella sostiene que este la agredió físicamente.
– Al Presidente Luis Abinader aumentar directamente el rango a un segundo teniente por haberse dispuesto a enfrentar a un senador de la Republica.
– A un general del Ejercito exigir a un policía de la DIGESETT ponerse en atención y mostrar el respeto debido a un Oficial General. Episodio escenificado en situación del oficial superior estacionarse impropiamente en un área bajo la vigilancia del policía de la DIGESETT.
– Ver al señor Presidente de la Republica golpear abruptamente una mesa, acompañando esta acción de un juicio de valor implícitamente condenatorio contra un Diputado, denunciado por una mujer policía a la que supuestamente había agredido.
– Ver al Presidente en rueda de prensa dar duro en la mesa y dejar bien claro, que un subalterno suyo, el general José Manuel Frías Rodríguez no podía aplicar rango sobre un policía que lo detuvo por violar la Ley de Tránsito y advertir que ningún rango está por encima de la Ley.
– Observar cómo esta pandemia ha propiciado las más excelentes condiciones para farmacias, laboratorios clínicos, clínicas privadas, supermercados, colmados, casas de expendio de bebidas alcohólicas, delíveris y otros variados servicios estén disfrutando de una excelente zafra, están guisando, cosechando en grande; y si no fuera suficiente con ese enjambre de langostas que consume vorazmente la economía de las familias, otro sectorcito decidió no auto marginarse y salir del clóset para llenar sus graneros con la recogida de tan abundante MANÁ PANDÉMICO: me refiero a la POLICÍA NACIONAL. Estos señores, mediante una alquimia no conocida, han modificado su condición de agentes de orden público y cuidado ciudadano por el de publicanos colectores de impuestos para uso inmediato y personal: piden para la cena; y no precisamente para SANTA CENA; no. Estos señores son especies de Zaqueo con cananas y de estómagos muy dilatados, pues piden y colectan tanto dinero, que les da y sobra para cena, desayuno, almuerzo y también para guardar.
Les aseguro que la lista de ejemplos de tráfico de influencia es mucho más larga, pero más larga es aun, la lista de otros males que padece Micaela y que deberíamos tocarlos:
Terrorismo vial:
-Alta velocidad, transitan como Pedro por su patio, se comen los semáforos en todos los colores y sin eructar, kamikazes con licencia de matar transportando todo tipo de materiales de construcción, descubiertos; vehículos pesados de peligros extremos circulando en la dirección y sentido que les da la gana, imprudentes aparcamiento y estacionamientos en toda la geografía nacional, convirtiendo caminos, calles, carreteras y autopistas en cementerios asfaltados en espera de vida sanas e inocentes.
-Vehículos sin revista o ajenos a una responsable certificación: sin luces direccionales, gomas en aceptable condición, sin catalizador para evitar la contaminación con monóxido de carbono, sin retrovisores, vidrios rotos, otros.
-Todas las esquinas convertidas en paradas de KAMIKASES llamados motoconcho, actividad que también es utilizada por algunos para la comisión de fechorías incalificables.
-Esquinas ocupadas por frituras y padres de familias obstruyendo totalmente el libre tránsito con todo género de venduterías.
-Cruces de carreteras y lugares neurálgicos para salir de las ciudades totalmente ocupados por enjambre cuyas picaduras son contaminantes y mortales. Así como los cruces improvisados que cualquiera construye en autopistas de alta velocidad para cruzar a su patio desde donde le da la gana, borrando con alcantarillas caseras verdaderos separadores y desagües de las dobles vías.
-Vendedores ambulantes en todos los medios rodantes haciendo ruidos ensordecedores: carretillas, triciclos, motonetas, motocicletas, vehículos sin mofles, talleres de reparación e instalación de bocinas, gomero prendiendo fuego en los lugares que les da la gana, mini cafeterías improvisadas debajo de un poste de luz y de este, “bajan” la energía eléctrica para sus artefactos; cocinas y comedores instalados en plenas aceras, construcciones sobre aceras y contenes a la vista de los órganos municipales.
-Haber declarado a los choferes sindicalizados de carros públicos, taxistas, camioneros, guagüeros de voladoras y demás yerbas aromáticas dueños y señores de las carreteras, avenidas, calles y caminos vecinales de todo el País.
– Permitir por politiquería, que se formen cuantas asociaciones de motoconchos sean posibles en todo el País y que se aposten donde les parezca mejor a ellos y no como convenga al orden de las ciudades. Eso nos convierte en el único país de América y del mundo que, posee una clase motoconchista con más de 350 mil ciudadanos dedicados a este informal oficio.
– Las apuestas en carreras de automóviles y motocicletas que todo el mundo sabe dónde se echan y quienes son los responsables, menos la DIGESETT.
En otro orden, es penoso ver cómo el sistema judicial casi completo viola e irrespeta a diario la Constitución de la Republica, a esa que juraron cumplir y hacer cumplir, hablando por todos los medios de comunicación hasta por los codos en busca de notoriedad cuando la Constitución es clara y establece que el juez y los fiscales hablan solo por sentencias.
En resumen, son muchos los males que ha convertido en costumbre Micaela y que habrá que enfrentar para cambiarlos, pero el peor de los males del cual padece Micaela es el haber permitido la reforma a la Constitución de la Republica decenas de veces y la aprobación de miles y miles de Leyes que por cultura nadie cumple, pero que tampoco nadie quiere hacerlas cumplir, sino, como un amáraco populista del momento porque caiga bien a una parte de la sociedad, pero hacer lo contrario siendo permisivo cuando deba, también por populismo.

“Cuando los males en un País llegan a formar parte de la cultura del mismo, solo podrán curarse de dos maneras: haciendo valer en todo caso duélale a quien le duela las Leyes y Normas, siempre imponiendo el Imperio de la Ley, o con pura violencia”
Francisco Matos Mancebo

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