Por Eduard Fernandez
El cambio del logo del Gran Teatro del Cibao (GTC) por su director, Luis Marcell Ricart, ha encontrado un rechazo generalizado en la ciudad de Santiago.
Y es que para la mayoría de los munícipes la insignia es tan icónica como el propio escenario artístico y cultural.
Thelma Espinal, exdirectora de Bellas Artes en Santiago, cuestionó que en el GTC se estén tomando medidas arbitrarias, sin contar con la aprobación de la mayoría.
“Un director debe de evaluar y consultar antes de hacer cambios en lo que representa el Teatro”, consideró Espinal.
Luchy Rodríguez viuda Viñas entiende que el logo constituye una especie de legado que la comunidad recibió en su momento con verdadera aceptación y júbilo, sintiéndose parte del patrimonio junto al Gran Teatro.
“Tanto la voz de Minucha y Ramón de Luna que al llegar a la sala Restauración dan la bienvenida, nos acogen y nos recuerdan que ya la función va a comenzar, junto a las campanas de un arreglo musical de Rafaelito Mirabal de la canción Santiago de Juan Lockwart, así como el logo originalmente representativo del teatro”, expresó Luchy, esposa del arquitecto Nelson Viñas, quien diseñó dicho logo hace 25 años.
El gestor cultural Máximo Vega entiende que el cambio en el logo obedece a que la nueva dirección desconoce la historia y lo que representa para la ciudad ese emblema.
El logo original fue creado con las iniciales de las palabras del Gran Teatro del Cibao. Mientras que el nuevo tiene la fachada del aforo con la imagen del Monumento a los Héroes de la Restauración detrás. Se critica que el nuevo logotipo sólo identifica a Santiago cuando el teatro es regional.
Desde que Luis Marcell Ricart fue designado como director del Gran Teatro del Cibao ha venido adoptando medidas consideradas arbitrarias e ilegales. Entre ellas se destaca el cobro de RD$1,000 y RD$2,500 para realizar sesiones fotográficas y de videos en las instalaciones del espacio cultural y artístico.