El exceso de una dieta rica en sal tiene graves problemas sobre el cerebro según se ha demostrado en varias ocasiones, aunque en el último experimento realizado por científicos ha ido mucho más allá.
Se ha comprobado que el exceso de sal ocasiona la reducción de la capacidad congnitiva se produce incluso cuando no hay hipertención, algo totalmente desconocido hasta ahora.
Ahora se ha estudiado la reacción en ratones a una dieta que multiplica varias veces el consumo recomendado, probando que ambas cosas ocurren de forma independiente.
Los ratones utilizados para este experimento han ingerido hasta 16 veces más sal de la que sería recomendable para su tamaño, cantidad que se asemeja a la consumida por los humanos que más abusan de este aditivo.
En apenas tres semanas de dieta hipersódica, los animales comenzaron a mostrar daño severo en su capacidad cognitiva, con problemas para reconocer ciertos objetos o para resolver puzzles y salir de laberintos, algo que antes no ocurría. Incluso se mostraron incapaces de reaccionar a los movimientos de sus propios bigotes, uno de los instintos de supervivencia más marcados en su especie.