SANTIAGO.-El Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) y la Asociación de Industriales de la Región Norte (AIREN) firmaron un acuerdo para impulsar el desarrollo y la sostenibilidad de industrias familiares manufactureras, agrupadas en el Centro de Desarrollo de las Empresas Familiares (CDEF).
Con el convenio, presentado este martes, ambas instituciones ponen en marcha el “Programa de Desarrollo para Industrias Familiares Manufactureras”, el cual contará con un fondo para su ejecución por dos años de 107,900 dólares, con un aporte de un 49 por ciento del MICM y 51 por ciento de la AIREN.
El ministro del MICM, Víctor –Ito- Bisonó, señaló que entre el 80 y el 90 por ciento de las empresas dominicanas son familiares, por lo que constituyen un pilar fundamental de la economía con impacto directo en el mercado laboral y en el Producto Interno Bruto, llegando a aportar hasta un 27 por ciento.
Resaltó que de las empresas familiares que nacen “el mayor porcentaje no llegan a una segunda generación y solo unas pocas alcanza la tercera”, y detalló que esa situación se debe a la falta de planificación de la sucesión, a la escasa profesionalización y al alto nivel de conflictos presentes en la familia.
En ese sentido, agregó que el objetivo del programa es fortalecer las capacidades de organización, ejecución, comunicación, diálogo y consenso de industrias pymes familiares manufactureras para garantizar su continuidad en el tiempo, y explicó que el programa inicia con siete pymes de La Vega, Santiago, Valverde y Moca.
“El programa que hoy presentamos reafirma el compromiso del Gobierno de impulsar la productividad, competitividad y sostenibilidad en el país, especialmente en las pequeñas y medianas industrias”, dijo.
De su lado, Juan Bautista Ventura Pichardo, presidente de la AIREN, precisó que las empresas familiares constituyen la mayor parte del tejido empresarial, no solo de la Región Norte, sino del país y el mundo.
Ventura expresó «agradecemos al Ministro Ito Bisonó y con él, al viceministro Fantino Polanco y a todo su equipo, por abrazar este objetivo junto a nosotros. Estamos seguros, que el año próximo, cuando escuchen los testimonios de las 8 empresas beneficiarias, este acuerdo que apenas inicia, será mayor y mejor.»
Asimismo, afirmó que por su naturaleza, las empresas familiares tienen riesgos y virtudes que le son propias y que su continuidad no es un tema de simple transición de la propiedad de un accionista a otro, sino que implica elementos de sucesión generacional en la dirección de algunos de sus órganos de gobierno que le imprimen una mayor vulnerabilidad.
Por último, enumeró algunas de las ventajas de este tipo de compañías, entre las cuales destacan mayores probabilidades de sobrevivir en tiempos de crisis, ofrecen espacios de desarrollo profesional para los descendientes de los fundadores y crean vínculos sólidos con las comunidades en las que se encuentran ubicadas.
Al cierre del acto Enrique Bordas, gerente general de la empresa de bebidas alcohólicas Isidro Bordas, contó su experiencia en el programa y dijo que como resultado de las asesorías, se regularon las remuneraciones para que sean justas, se crearon las pautas para abordar las oportunidades de mejora y futuros planes de sucesión.