Santiago.-La secuela de daños físicos dejada en Francisco Santos, sobreviviente del grupo de trabajadores que quedó sepultado por el desplome de una pared para la construcción de un hotel ha imposibilitado valerse por sí mismo.
Santos de 50 años de edad perdió el ojo derecho, uno de sus brazos resultó con fractura en cinco partes y desde que salió de convalecencia en el hospital donde estuvo ingresado por más de una semana, ahora permanece en cama y con un equipo conectado para limpiar la sangre.
La casucha levantada en madera, cartón y zinc, donde reside junto a su esposa, Ana Teresa Lantigua, dos hijos y un nieto en el barrio La Mina del distrito municipal de Hato del Yaque, las condiciones son de hacinamiento.
“Cuando ocurrió la tragedia lo tengo presente como si fuera ahora. Yo me pude salvar al quedar debajo de otro obrero de nacionalidad haitiana que si murió cuando lo sacaron. Pero el peso de las rocas y la tierra me causaron mucho daño y lesiones permanentes”, apuntó Santos al hablar con reporteros de El Caribe.
Los deslizamientos de tierra en el muro para levantar una pared en la construcción del hotel AC Marriot en la zona monumental dejó como saldo la muerte de Orlando Antonio Ferreira Espinal de 37 años, Joan Cruz Duarte de 28, Dave Durical de 30, Ariel Arturo Jerez Rodríguez, de 32 años y Elvin Tamárez Torres.
También desde hace 21 días, un tramo importante de la calle Del Sol sigue cerrada hasta tanto seas corregidos los daños.
Al igual que la familia de Orlando Herrera, Santos decidió poner su caso en manos de abogados para acudir a los tribunales y que le sea otorgada la indemnización que corresponde por los daños permanentes con los que tendrá que vivir.
Sin atención
De las pocas ayudas que recibe Francisco Santos, provienen de un hermano que vino del extranjero. Ni la empresa, ni el ingeniero que los contrató ha dado la cara.
“Aquí han venido gentes que dicen ser de una fundación a ofrecernos ayuda con entrega de un cheque y la rechazamos, porque sabemos que es un truco de quienes nos contrataron para engañarnos”, aduce.