Por ahora la situación no es otra cosa que confusa. Ayer, los datos certeros que se tenían era que Óscar Pérez, el oficial de 36 años que se rebeló contra el chavismo y a mitad del año pasado robó un helicóptero para atacar dos sedes gubernamentales, había sido encontrado al oeste de Caracas junto a su grupo y había sido acorralado por los agentes del bolivariano Nicolás Maduro .
El propio Pérez comunicó todo lo que pasaba a través de las redes sociales, donde publicó videos en los que se lo veía armado, ensangrentado por el tiroteo desatado, desesperado, pidiendo el cese del fuego, mostrándose dispuesto a entregarse. Lo último que se sabe de él es que estaba herido y que sus compañeros también. Hasta ahí, el relato en primera persona.
Luego, comenzó la versión oficial.
Ayer, las autoridades venezolanas anunciaron el desmantelamiento del grupo dirigido por Pérez. Fue el propio Maduro quien confirmó la noticia: dijo que hubo un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y el grupo rebelde luego de que se dieran todas las condiciones para su entrega. Dijo también que fallecieron dos policías a consecuencia de disparos en la cabeza que recibieron cuando se encontraban esperando la entrega de los rebeldes y que fue abatida «una gran parte del grupo terrorista», pero no ofreció detalles.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Interiores de Venezuela indicó en un comunicado que los miembros de la organización, que identificaron como «terrorista», dispararon contra los integrantes de los cuerpos de seguridad e intentaron detonar un vehículo cargado de explosivos.
Sin embargo hasta el momento las autoridades no aclararon qué sucedió con Pérez.
Ayer por la tarde, el canal estadounidense CNN en Español publicó que Pérez murió en el operativo, según «una fuente de alto rango del gobierno venezolano» que no identificó, ante el silencio de las autoridades y también de los parientes y seguidores del expolicía.
Asimismo, el diario venezolano El Nacional asegura en su portada: «Un despliegue policial sorpresivo que desde las 4 am agitó la cotidianidad de los habitantes de la urbanización El Araguaney, sector Los Cujicitos, en el kilómetro 16 de El Junquito, para capturar al ex policía Oscar Pérez y a sus acompañantes, culminó casi 10 horas más tarde con noticias de la muerte del ex inspector del Cicpc, Oscar Pérez, así como también de Heiker Vázquez, líder del colectivo Las Tres Raíces del 23 de Enero, otros heridos, detenidos, y muchas suspicacias».
Por su parte, el diario El Universal indica en coincidencia: «El procedimiento, que duró poco más de nueve horas, dejó un saldo de nueve muertos, entre ellos dos funcionarios de la PNB identificados como el oficial Nélson Chirino y el supervisor jefe Andriu Garate, de acuerdo al parte policial de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la PNB difundido en horas de la noche de ayer. Según este informe, Pérez se encuentra entre los fallecidos durante el procedimiento».
El rebelde
Pérez cobró protagonismo el año pasado al rebelarse contra el chavismo y llamar a los venezolanos a salir a las calles a protestar contra el gobierno, una exhortación que coincidió con las manifestaciones antigubernamentales en Caracas y otras ciudades deVenezuela .
Oficial inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, y además actor, en junio de 2017 robó un helicóptero de ese organismo y desde ese vehículo arrojó dos granadas a la sede del TSJ sin provocar heridos.
Desde entonces estuvo prófugo de la Justicia venezolana, que lo acusó de terrorismo y pidió su captura internacional.