Los huracanes son fuertes vientos superiores a los 119 kilómetros por hora y pueden llegar a 250 km/hora o más, dependiendo de su categoría, la cual se clasifica según su intensidad, pero ¿Cómo se forman los huracanes? La respuesta la vemos a continuación.
Los huracanes tienen vientos que giran en el sentido de las manecillas del reloj y según Muy interesante, se clasifican en distintas categorías, dependiendo de la fuerza de los vientos. Es así cómo los hay categoría 1, con vientos de 119-153 km / h; categoría 2, con vientos de 154-177 km / h; categoría 3, con vientos de 178-208 km / h; categoría 4, vientos de 209-251 km / h (más rápido que la montaña rusa más rápida del mundo); y categoría 5, con vientos de más de 252 km / h (similar a la velocidad de algunos trenes de alta velocidad).
Sus fuerza e intensidad los hacen letales, dejando muertes y destrucción a su paso.
¿Por qué se forman los huracanes?
La respuesta a esta interrogante la dio el profesor Carlos Pérez, de la Escuela de Ingeniería del Tecnológico de Monterrey, según se lee en el portal Conecta del Tecnológico de Monterrey.
El especialista expresó al citado portal que los huracanes solamente se forman sobre océanos de agua templada cerca del Ecuador, ya que allí el aire cálido y húmedo se elevan desde cerca de la superficie. Al elevarse, causa un área de menor presión de aire cerca del océano.
“Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua forma nubes, mismas que cuando se condensan liberan agua que se evapora de la superficie a manera de lluvia”, dice Conecta.
Como los vientos circulan en dirección opuesta, eso hace que la tormenta gire con elevación del aire cálido y “la presión disminuye a mayor altitud”.
“Esto causa que el aire se eleve cada vez más rápido para llenar este espacio de baja presión, atrayendo a su vez más aire cálido de la superficie del mar y absorbiendo aire más frío y seco hacia abajo”, detalló el profesor al citado medio.
Las nubes se alimentan por el enfriamiento a causa del aire húmedo y caliente del océano. La tormenta se fortalece por la presión sobre la superficie del océano. Al final, los vientos suben dentro del área de baja presión, y comienzan a girar en sentido de las agujas del reloj por la rotación de la Tierra, avanzando con su fuerza arrasadora.
Finalmente, los vientos convergen y ascienden dentro de esta área de baja presión, girando en dirección contraria a las agujas del reloj debido a la rotación de la Tierra y dando a los huracanes su imagen tan característica.
“Dado que las tormentas al norte del Ecuador giran en sentido contrario a las manecillas del reloj y las tormentas al sur giran en el sentido de las manecillas cada vez más rápido, se forma el llamado ‘ojo’ del huracán en el centro”, dice Conecta.