Los cien primeros días de Luis Abinader como presidente de la Republica Dominicana, han estado marcados por un nuevo estilo, para mi sorpresa, siento que el presidente sigue dejándose asesorar por el mismos equipo que asesoraron su campaña electoral pasada.
Creo que, sin duda, Luis es un hombre lleno de buenas intenciones y hasta quizás es cierto que quiera hacer bien las cosas, pero como dice la frase “de buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno”, tendríamos que colocar en perspectiva algunas señales que nos ha dado el nuevo Gobierno a través del presidente y de sus más importantes funcionarios.
Luis decidió hacer un Gobierno de Marketing, en el cual el populismo juega un papel preponderante e igual, los anuncios y promesas repentinas que resultan agradables al oído del pueblo en tanto le dicen lo que quiere oír (Luis habló cuatro veces en menos de dos meses para decir nada o muy poco y repitiendo lo mismo en cada comparecencia y para anunciar algo tan ridículo como que donará su “misero” salario), siendo Abinader hasta ahora y desde el 1844, el presidente más rico al llegar al Palacio, lo hacen ver ridículo ya que, no le hacen falta esos “chelitos”; además, si lo comparamos con la mayoría de los Diputados, nos daremos cuenta que la mayoría e los Diputados donan más que el salario mensualmente y nadie dice ni necesita decir nada porque ese es el día a día de los legisladores desde la fundación de la Republica.
¡Y peor, hoy hablara otra vez!
Pienso firmemente que entre los disgustos de los peremeistas y los aliados del PRM por el incumplimiento de lo prometido, la incapacidad del presidente Abinader de dar respuestas pronto y satisfactoriamente a su gente debido a que encontró un Estado más moderno e institucionalizado por Leyes que no existían en el periodo 2000-2004 pero que hoy sí existen, la incapacidad de dar respuesta a los problemas económicos que enfrentaremos por la segura crisis que se avecina y la permanente actitud del Presidente y sus funcionarios de actuar como denunciantes antes que ejecutores (como si no se han dado cuenta que ya son Gobierno y no oposición), entiendo que a Luis habrá que cuidarlo de su propia gente y de sus aliados.
Al juzgar el hecho de que en las pasadas elecciones 5 de julio 2020 solo sufragó el 55% de la población con derecho al sufragio (7.5 millones de dominicanos y dominicanas), de los cuales Luis Abinader alcanzó dos millones ciento cincuenta y cuatro mil ochocientos (2,154,800), poco más o poco menos, o sea, solo el 28% de los hombres y mujeres con derecho a votar.
Por otro lado, analicemos el hecho irrefutable de que una gran parte de los votantes que apoyaban al Dr. Leonel Fernández le dieron el voto a Luis con el único y avieso propósito de destutanar del poder al PLD y quizás también para ahorrarle al ex presidente Fernández tener que decidir en una posible segunda vuelta, por Luis Abinader y no por “el penco” nos indica que todos los buenos y verdaderos dominicanos deberemos cuidar a Luis de su propia gente.
Sin duda también, la inexperiencia del nuevo presidente por no ser este, un político fogueado en las bases del pueblo y ni siquiera en las bases de su Partido, por tanto, no conoce ni podrá conocer la idiosincrasia del Pueblo Dominicano y mucho menos, de la masa pobre del País. Sumamos a esto los efectos perdurables de la pandemia y la incapacidad de poder cumplir con los ofrecimientos que en visitas sorpresa, pero sin sorpresa que ha hecho el presidente actuando con demagogia, populismo e irresponsabilidad, al tiempo que ya se anunció que Fase I y II, quédate en casa y patí cesarán a partir del 31 de diciembre próximo, formarán la tormenta perfecta para provocar una gran explosión social.
¡Se lo digo hoy!…………………….¡tendremos que cuidar al presidente Luis Abinader de que su propio Partido, sus aliados coyunturales y la clase media insaciable, lo vaya a querer tumbar del poder y traten de interrumpir el proceso de fortalecimiento democrático y quieran meter al Palacio Nacional a uno de sus inventos como ya hemos visto en otros países!
He dicho !
Oremos sin cesar por Luis Abinader y por el País